Un grupo terapéutico es un lugar de encuentro de varios participantes que les une el interés por crecer, compartir experiencias y sentir que uno no está solo en el camino de conocerse. Se comparte el dolor y el gozo, cosas íntimas que de otro modo quizá no saldrían a la luz.
Se comparte la alegría por expresar vivencias y encontrar salida a problemas.
Se encuentra apoyo del grupo y facilita la posibilidad de crear un buen autoapoyo.
Es un lugar de debate, reflexión y fundamentalmente es una experiencia vivencial con el fin de restablecer la salud mental, corporal y espiritual óptimas para relacionarse mejor uno consigo y con el mundo que nos rodea.
El grupo sirve de laboratorio en que uno se encuentra con las mismas situaciones inconclusas que tiene en su vida cotidiana. Entonces el grupo ayuda a reproducir patrones de comportamiento a veces automáticos y ayuda a crear, fortalecer, darse cuenta de nuevas posibilidades de actuar, ayuda a cerrar asuntos inconclusos. Ayuda a que uno se energetice, tome fuerzas, un renovado impulso de vida.
El grupo de terapia es un poderoso encuentro de crecimiento y expresión. Es recomendable para cualquier persona ya esté en proceso de terapia individual o no puesto que enriquece de todos modos por su valiosa función de reparar vínculos y de apoyar el ser auténtico de cada persona.